Yui Mitsuya y Masugu Tateishi no son solo compañeros de trabajo—están totalmente enamorados el uno del otro. La actitud servicial pero humilde de él la hace sentir mariposas en el estómago, y la dulzura de ella lo deja sonriendo como un tonto. El problema es que están tratando de mantener su nueva relación en secreto para evitar situaciones incómodas en el trabajo. Pero viendo que no pueden mantener sus manos alejadas el uno del otro, corren el riesgo de revelar su pequeño secreto con cada día que pasa en la oficina.